Para enfrentarnos a la competencia resulta bien contar con un “as” bajo la manga, éste debe actuar en el momento en que lo necesitemos y dejar sin respiro a nuestro rival. La Inteligencia de Negocios representa esta oportunidad y el introducirla a la empresa puede convertirse en el detonante para indicarle a los enemigos (empresarialmente hablando) que hemos llegado a la cima y que de ahí nadie nos va a mover.
El objetivo de la Inteligencia de Negocios es recabar toda la información valiosa proveniente de la empresa, traducirla en datos y posteriormente presentarla a los tomadores de decisiones. Pero… ¿cómo esto es considerado un arma secreta?
Pues bien, existen empresas que, aunque nos sea difícil de creer, aún continúan generando miles de datos que no saben cómo interpretar o qué hacer con ellos y sus operaciones continúan trabajando al mínimo.
Esto a la larga se convierte en un problema, provoca un trabajo poco efectivo y nada optimizado.
Como responsables dentro de la empresa no podemos darnos el lujo de “acostumbrar” a la empresa a trabajar “como le venga en gana”, debemos saber interpretar información y convertirlo en un diferenciador productivo y rentable, así es cómo lo convertimos en nuestra “arma secreta”. Si aún te quedan dudas, te damos a conocer qué funciones específicas contribuirán a ganarles terreno a los competidores.
Accede a información de calidad
Con una Inteligencia de Negocios a cargo de las operaciones de la empresa es posible disponer de información correcta en el momento necesario. Podrá responder rápido y sin dudar:
- Quiénes son los clientes más rentables.
- Cuáles son los productos más rentables.
- Cuáles son los productos más vendidos.
- Quiénes son los empleados más productivos.
- Entre otros…
A la vez esto permitirá una toma de decisiones efectivas y con base en datos precisos y confiables.
Mide el desempeño
Además de la información generada por los reportes es posible establecer indicadores que nos permitan medir el desempeño de determinadas operaciones. Proporciona información para ayudar a los tomadores de decisiones a cambiar los resultados y dar seguimiento a indicadores clave de rendimiento.
Disminuye la incertidumbre
Algo de lo que toda empresa se preocupa constantemente es del futuro, nadie tiene una bola mágica para saber lo que le deparará el destino; sin embargo, con la Inteligencia de Negocios es como si tuviéramos una.
Nos muestra los escenarios actuales de la empresa y esto nos da la pauta para saber hacia dónde dirigirnos. Reduce el riesgo al darnos a conocer el comportamiento de la empresa y permite que tomemos las acciones necesarias para enfrentarnos a lo que venga y prepararnos ante los problemas.
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Agrupa información
No hay nada mejor que saber lo que pasa en cada rincón de la compañía, la inteligencia de negocios nos transmite información de todas las áreas, la extrae de forma sencilla y nos ayuda a comprender la relación entre todas las operaciones.
No podemos permitir que nuestras áreas trabajen de forma aislada, la empresa es un sistema que engloba todo y de dejar fuera detalles en las operaciones nos podría costar muy caro.
Ya no es difícil interpretar toda la información generada, con una Inteligencia de Negocios bien implementada esto resulta fácil.
Hacer de esta herramienta nuestra arma secreta nos permitirá gestionar al 100% las operaciones sin dejar ningún cabo suelto y esto se traducirá en rentabilidad para nuestro negocio, lo que pondrá a temblar a nuestra competencia.
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