Cuando se tiene un negocio siempre se piensa la manera de hacerlo mejor y más grande, pero antes de hacerlo hay que tener en cuenta que expandir no es sinónimo de éxito en todos los casos por lo que no siempre resulta la mejor opción. Por ello, debes tener un plan de expansión bien estructurado y contar con herramientas que te permitan hacerlo de la mejor forma posible.
La principal pregunta que debes hacerte antes de plantearte si expandir o no, es si quieres vender tu empresa o si tu idea es seguir creciendo durante los próximos 50 años. Si tienes planes a largo plazo lo mejor será intentar mejorar las operaciones que llevan a cabo al día de hoy haciendo crecer alguna de estas tres áreas de tu empresa: geografía, capacidad o mercados.
Cuando hablamos de hacer crecer la parte geográfica de la empresa hacemos referencia a que tu negocio tenga nuevas ubicaciones o sucursales para atraer a nuevos clientes.
Cuando de mejorar la capacidad de la empresa, nos referimos al hecho de conocer bien a tu equipo, la tecnología e innovación con la que cuentan, los productos, las habilidades, etc. Y así, lograr la capacidad de ofrecer un servicio mucho más completo.
Por último, el área de mercado hace referencia a vender un producto innovador o diferente en tu mismo mercado (por ejemplo, algo simple es que un restaurante que antes solo ofrecía comida y cena ahora ofrece también desayunos con un nuevo menú).
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Por lo tanto, deberás definir en qué área podrías tener más éxito y pensar cómo hacer que eso funcione. Además, esto deberás compaginarlo con algunas cuestiones más:
1. Deberás tener un plan financiero en el que debes representar todos tus gastos, las expectativas altas de gastos, las expectativas bajas. Y contar con todos los costes operativos, los márgenes de pérdidas y las proyecciones de ingresos.
2. Ten en cuenta también los cambios que podrían surgir al cambiar de territorio. Tendrás que contratar personal nuevo, cambiar los procesos de producción, analizar descontinuar algún producto, etc. A la hora de expandirse, suelen aplicarse demasiados cambios; es importante que lo tengas claro y que tomes las medidas necesarias.
3. Estima cómo cambiará el valor de la compañía. Deberás calcular y ver las diferencias entre el valor actual y el valor final.
4. Piensa cómo pagarás todo: si buscarás a un inversionista privado, si venderás acciones o sí tendrás que pedir un préstamo bancario. La expansión de tu empresa puede llegar a tomar más de un año y tendrás que estar dispuesto a sacrificar tiempo y mucho esfuerzo.
A veces nos entusiasmamos con un plan de expansión, pero no podemos actuar y tomar decisiones sin haber analizado todas las consecuencias y posibilidades existentes para nuestro negocio. La situación actual y el mercado así como tener la información necesaria para saber si éste continuará siendo rentable o no.
